Recordando una noche de San Juan.

Recuerdo un evento realizado 2l 24 de Junio de 2008 en la Sociedad Italiana de Artigas. Fue cuando la presidencia de esa Institución estaba a cargo de la Sra. Iori de Karpoff. Se trató de un espectáculo artístico con la exposición de cuadros de Yolanda Canabarro, música a cargo del coro de esa Institución, de Pinocho Suárez y como broche de oro armaron una gran hoguera.
    
El evento estuvo colmado de público que a pesar del frio estuvieron presentes allí. Un público muy heterogéneo, allí se hicieron presentes profesionales, docentes, obreros, amas de casa, empresarios, jubilados, músicos, artesanos y otros; todos con un mismo fin: disfrutar de la víspera del dia de San Juan en familia. Yolanda logró juntar a toda su gente, a sus amigos, a quienes ella aprecia sin hacer distinciones, los quiere a todos por igual.

El evento comenzó con las palabras alusivas a la fecha de la Profesora Mariela Castelini de Remedi, quien dio a conocer quién es San Juan Bautista y la valoración de su dia en todas las regiones del mundo. Fue una alocución muy rica en contenido y que nos llevó a conocer mejor al mencionado santo.
Según los Evangelios, San Juan viene a ser primo segundo de Jesús. Su madre Isabel o Elizabeth era prima de María. Dice el Nuevo Testamento que María, ya encinta, fue a visitar a su prima Isabel que estaba embarazada y por tenerlo a Juan. 

En el momento que se encuentran Juan comienza a moverse en el vientre de su madre que se percata en ese momento de que María iba a ser la madre del salvador, la madre de Dios, porque su vientre se había movido y eso significaba un aviso de esa naturaleza.

Jesús tardó muchos años en comenzar su vida pública, recién a los 30 sale de su casa para cumplir su misión y peregrinaje entre la gente impartiendo enseñanzas, haciendo milagros y todo lo que ya conocemos. Antes de que Jesús entrara en escena el hombre que realizaba esa función era Juan, quien vivía en el monte, vestía piel de camello, se alimentaba mal, llevaba una vida muy sacrificada desafiando al Imperio y gobernantes de la época.

Juan bautizaba la gente, y de ahí el nombre de Juan “el bautista”, el hoy llamado San Juan Bautista. Juan tuvo la tarea de bautizar a Jesús, sabía a quien bautizaba, sabía que aquel hombre era superior a él y lo manifiesta con su discurso dirigido a la gente en el Rio Jordán cuando dice: “…a ustedes los he bautizado con agua, pero al que viene lo bautizo con el Espíritu Santo” “…no soy digno ni de desatarle la correa de sus sandalias”. Cuenta el Evangelio que en el momento del bautismo el cielo se abrió y bajó una paloma simbolizando el Espíritu Santo.

Juan denunció públicamente como incorrectas las acciones del Rey Herodes, quien tomó como esposa a Herodías, la esposa de su hermano Filipo. Herodes manda arrestar a Juan y encarcelarlo. Haciendo propicia una fiesta del reino, Salomé, hija de Herodías del primer matrimonio, solicita la cabeza de Juan en una bandeja. 

Lo hizo a instancias de su madre quien lo odiaba. Herodes, con mucha angustia tuvo que aceptar ese pedido pues había jurado que le daría lo que pidiera, incluso la mitad de su reino. Así murió Juan, y su cabeza fue puesta en una bandeja.

Volviendo a los momentos vividos en la Sociedad Italiana, luego vino la actuación del coro de esa institución, conformado por muy lindas voces. Se trata de un coro de la casa, de señoras con muy buena voluntad de cantar y alegrar a la sociedad. Hicieron canciones en español e italiano.
Seguidamente le tocó el turno a Pinocho Suarez con su magnífica voz interpretando canciones italianas. Hubo un corte y se sirvió el tradicional “quentón”, con pororó, acaramelados y empanadas, un excelente servicio brindado por gente de la casa.
Mientras se disfrutaba del rico “quentón” se procedió a realizar la tradicional fogata de San Juan en el patio. 
Sin dudas aquella ocasión, a 17 años atrás, ha dejado un gran recuerdo de protagonistas de esa Sociedad Italiana que ya no están pero que han dejado un legado. Eventos como ese, por su alto nivel académico y artístico le  está haciendo mucha falta a la sociedad artiguense.