Una madre entrega la moto de su hijo para evitar un siniestro: llamado a la responsabilidad familiar en el tránsito

Actualidad02/10/2025Carla de Souza FerreiraCarla de Souza Ferreira
Fagundez Carlos

Carlos Fagúndez, encargado del Cuerpo Efectivo de Tránsito de la Intendencia, destacó un hecho inusual ocurrido en Artigas: una madre decidió entregar la moto de su hijo menor de edad, preocupada por su seguridad y la de terceros. El caso abrió nuevamente el debate sobre el rol de las familias en la educación vial y la necesidad de medidas más estrictas.

Un gesto poco común en
casi cuatro décadas

En 39 años de Atrayectoria, el director encargado del cuerpo de tránsito, Carlos Fagúndez, asegura que solo en dos ocasiones presenció un acto similar: una madre acercándose voluntariamente a la dependencia para entregar la moto de su hijo.
“Nos llamó poderosamente la atención. Ojalá hubiera más madres y padres así. Siempre decimos que la responsabilidad en el tránsito empieza en casa. La patria potestad debe ejercerse, porque lo que está en juego es la vida de los hijos”, afirmó el jerarca.
El vehículo, según relató, estaba en condiciones precarias e inseguras para circular y debió ser enviado a peritaje para determinar su procedencia. “No quiere decir que el chico lo haya robado, pero muchas veces son motos compradas sin los papeles correspondientes, y nunca se sabe qué origen tienen. En cualquier caso, era un peligro menos en la vía pública”, subrayó.

La peor multa: perder
una vida

Fagúndez insistió en que más allá de las sanciones económicas, lo realmente grave ocurre cuando un siniestro provoca lesiones irreparables o la pérdida de vidas.
“La peor contravención no es la multa, es cuando ocurre un siniestro. Ahí es donde se destruye una familia: un hijo puede quedar postrado de por vida, y los padres terminan enfrentados por la culpa. Esa es la verdadera tragedia”, señaló.
En ese sentido, el director exhortó a las familias a ejercer mayor control sobre los adolescentes que circulan en motos en malas condiciones, sin documentación o de forma temeraria.
“Las motos que levantan ruedas o corren salen de un domicilio. Allí hay un padre, una madre, un abuelo que deben hacerse responsables”, enfatizó.

Educación vial desde las
aulas

Además del control vehicular, la Intendencia de Artigas viene reforzando las acciones educativas en centros de enseñanza. Con el apoyo de la Policía Comunitaria, se han realizado charlas en diversas escuelas, entre ellas la N° 54, donde sorprendió el nivel de conocimiento de los niños sobre normas de tránsito.
“Los niños son reflejo de los adultos en la vida cotidiana. Si un niño cruza por la cebra o espera la luz verde, es porque lo aprendió en casa. Por eso trabajamos con ellos y también con los padres presentes en estas instancias”, explicó Fagúndez.
En noviembre se desarrollará el Certamen del Saber de Tránsito, tradicional competencia que reúne a escuelas de todo el departamento para evaluar lo aprendido en esta materia.

El desafío del
estacionamiento y el tarifado

Otro de los temas en agenda es la inminente implementación del sistema de estacionamiento tarifado en la ciudad de Artigas. Según Fagúndez, se trata de una necesidad urgente ante el crecimiento del parque automotriz.
“Hoy es casi imposible encontrar estacionamiento en calles como Lecueder.
Somos el único departamento que aún no tiene tarifado, pero ya estamos trabajando en los últimos detalles y en breve será una realidad”, adelantó.

Un mensaje que busca
multiplicarse

El episodio de la madre que entregó la moto de su hijo se convirtió en un símbolo de responsabilidad ciudadana y en un llamado de atención sobre la importancia de la familia en la prevención de accidentes.
“Se evitó un siniestro, se evitó una sanción económica y, sobre todo, se cuidó la vida de un joven. Ojalá estas actitudes se multipliquen”, concluyó Fagúndez.

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