La garrapata provoca pérdidas anuales de al menos US$ 92 millones en la ganadería uruguaya

Actualidad23/12/2025Carla de Souza FerreiraCarla de Souza Ferreira
garrapatas

La lucha contra la garrapata ha sido, desde el primer día, uno de los buques insignia de la actual administración nacional, que incluso impulsó un Plan Nacional de Lucha Contra la Garrapata. En ese marco, cuantificar las pérdidas económicas que genera este parásito resulta clave para dimensionar el verdadero impacto de la problemática sobre la ganadería uruguaya.
Con ese objetivo, la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA), la Dirección General de Servicios Ganaderos y el Instituto Plan Agropecuario llevaron adelante una investigación conjunta para estimar el perjuicio económico causado por la garrapata, utilizando parámetros similares a los empleados años atrás para medir el impacto de la mosca de la bichera, valuado entonces en US$ 43 millones.

Zonas del país según nivel de afectación


Para el análisis, el territorio nacional fue dividido en tres áreas geográficas, según el grado de presencia del parásito:
•Zona hiperendémica: Artigas, Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo y Salto.
•Zona endémica: Rocha, Maldonado, Lavalleja, Durazno, Paysandú, Río Negro y Treinta y Tres.
•Zona esporádica: Soriano, Colonia, Florida, San José, Canelones, Montevideo y Flores.
A cada zona se le asignó un porcentaje de incidencia de garrapata en el stock vacuno, y sobre esa subpoblación se aplicó un parámetro de incidencia de hemoparásitos.

Los resultados indican que:

•En la zona hiperendémica, la incidencia de garrapata alcanza el 85%, con un 60% de hemoparásitos.
•En la zona endémica, la garrapata afecta al 40% del ganado, con igual porcentaje de hemoparásitos.
•En la zona esporádica, la incidencia de garrapata es del 5%, mientras que la de hemoparásitos es del 40%.

Las pérdidas cuantificadas


El informe estima que anualmente se vacunan contra la garrapata unos 350.000 animales, de los cuales:
•El 80% corresponde a la zona hiperendémica.
•El 20% a la zona endémica.
•En la zona esporádica no se aplica vacunación.
La mortandad atribuible a la garrapata se ubica en unas 66.000 cabezas por año, lo que implica una pérdida cercana a los US$ 30 millones, concentrada principalmente en la zona hiperendémica.
A esto se suman las pérdidas de peso en animales sobrevivientes debido a la babesiosis. Tomando como base estudios de 2017, se estima una reducción del 11% en la ganancia de peso en vaquillonas, novillos y vacas de invernada. Esto representa una merma de 9,1 millones de kilos, equivalentes a US$ 17,1 millones.

Otros costos relevantes incluyen:


•Tratamientos veterinarios curativos: US$ 25,5 millones anuales.
•Tratamientos preventivos (hemovacuna): alrededor de US$ 1 millón por año.
•Pérdidas en la comercialización de cueros: US$ 700.000, debido a la desvalorización del producto.
•Mano de obra destinada al control del parásito: US$ 17 millones.

Un impacto que
supera los US$ 92 millones
La suma de los ítems analizados arroja que la garrapata provoca pérdidas anuales de al menos US$ 92 millones, cifra que podría ser significativamente mayor, ya que existen costos que aún no han sido cuantificados.

Pérdidas aún no medidas

Entre los impactos no incluidos en el cálculo figuran:
•Riesgo de pérdida de mercados cárnicos por residuos de garrapaticidas.
•Pérdidas reproductivas (abortos, mortandad de terneros).
•Costos logísticos por traslados fallidos de ganado con garrapata.
•Honorarios veterinarios por inspecciones sin certificación.
•Excesos en tratamientos sanitarios.
•Costos de vigilancia en frigoríficos.
•Daños en carne y cueros (abscesos y hematomas).
•Inversiones en infraestructura (baños, corrales y equipos).

“Era un trabajo que nos debíamos”


El técnico del Plan Agropecuario Rafael Carriquiry, uno de los responsables del estudio, afirmó que se trataba de una investigación necesaria, ya que las cifras manejadas hasta ahora —en torno a los US$ 40 millones— estaban muy por debajo de la realidad.
Carriquiry explicó que se utilizó un modelo dinámico, reutilizable y ajustable en el tiempo, y sostuvo que las pérdidas reales se ubican cerca de los US$ 100 millones anuales.
Además, destacó que, considerando que las pérdidas sanitarias totales del país rondan los US$ 1.000 millones en ganadería, ovinos y lechería, la garrapata representa aproximadamente un 10% del perjuicio sanitario nacional.

La situación actual del parásito

En cuanto a la coyuntura, Carriquiry señaló que la primavera fue sorprendentemente tranquila, tras un otoño muy complejo, con numerosas muertes y desbordes sanitarios. El invierno más frío de lo habitual actuó como enemigo natural de la garrapata, reduciendo la parasitosis.
Sin embargo, advirtió que actualmente se registra un repunte importante, correspondiente a la segunda generación del parásito, un momento clave para realizar rotación de productos, siempre respaldada por tests de resistencia, y extremar la vigilancia ante la aparición de brotes de tristeza bovina.

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