Ginecólogo que atendía en policlínicas artiguenses fue separado del cargo
El Ministerio de Salud Pública (MSP) suspendió para ejercer su profesión durante seis meses a un médico ginecólogo como consecuencia de la denuncia de una paciente.
Actualidad01/10/2022 Augusto NegroEl caso comenzó hace dos años, cuando una mujer concurrió el 10 de diciembre de 2020 a realizarse un Pap y pedir orden para una ecografía en la clínica Premed de Ciudad de la Costa. Era la primera vez que coordinaba una consulta con el especialista denunciado, el médico Alejandro Jabib.
La denunciante sostiene, entre otras cosas, que al momento de realizar el estudio, el médico la tocó de forma inapropiada en reiteradas oportunidades: “En vez de introducir el espéculo, introduce su dedo pulgar en reiteradas oportunidades, acariciando mis labios menores.
Ante un movimiento evasivo de mi parte, me explica que debe hacer eso porque estoy muy seca y no quiere lastimarme con el espéculo, y continúa haciéndolo más de 10 veces mientras mantiene una conversación cordial. Ante tal abuso quedé paralizada, no podía creer lo que me estaba pasando, no pude reaccionar, él me pedía que me relajara y yo solo quería irme”.
“Luego procedió a introducir el espéculo para realizar el Pap. Alegando que no veía lo suficiente porque no tenía lámpara, tomó su celular y usó la linterna del mismo para alumbrar. Desconozco si utilizó guantes, si tomó foto o grabó con su celular.
Al querer bajarme de la camilla, se me traba mi taco derecho en el estribo, a lo cual el Dr. Javid (sic) me toma con una de sus manos mi pierna y con la otra mi tobillo derecho, le pido que me deje a mi sola y se retira al escritorio para realizar la orden del Pap y de ecografía transvaginal, momento en que se lleva su dedo pulgar a la nariz. (…) No daba crédito de lo ocurrido, al llegar a la seguridad de mi casa estallé en llanto”.
El Tribunal de Ética Médica alega que el trato brindado por el denunciado a la paciente, aún sin tener acreditado el abuso físico, excedió los límites de un correcto relacionamiento médico-paciente, siendo relevante el estado de angustia producido a la paciente a través de lo que vivenció como un episodio traumático.
En nuestro departamento atendía en por lo menos dos policlinicas de la capital departamental.