Adopciones irregulares y el deber de proteger: INAU ante un nuevo caso que conmueve a Artigas

Actualidad05/06/2025Franco Cousin PirizFranco Cousin Piriz
Gomez - INAU

La protección de los derechos de la infancia vuelve a colocarse en el centro del debate público en Artigas, tras la reciente intervención del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) en un caso que involucra presuntas irregularidades en torno al destino de un recién nacido.

La situación, que fue difundida inicialmente a través de redes sociales y luego confirmada por voceros del instituto, ha despertado inquietud en la población y ha obligado a las autoridades a pronunciarse con cautela pero con firmeza. En entrevista exclusiva, el director departamental del INAU, Aldo Gómez, explicó la postura oficial del organismo y detalló las acciones tomadas.

Un caso sensible y de 
alta carga emocional

“Es una noticia que nos conmueve y nos conmueve mucho”, comenzó expresando Gómez, aludiendo a la delicadeza del tema y al impacto que tuvo tanto en la interna institucional como en la opinión pública. Según explicó, la intervención se dio a partir del seguimiento de una madre gestante que había manifestado su voluntad de entregar a su hijo en adopción.

Fue precisamente en el marco de ese acompañamiento que el equipo técnico del Centro de Estudio y Derivación (CED) detectó una serie de señales preocupantes. Si bien las autoridades prefieren mantener la reserva sobre detalles específicos —en parte para proteger el proceso judicial y en parte por el derecho a la intimidad de los involucrados—, se entiende que existió la sospecha de que el bebé pudiera ser entregado por vías no formales, lo cual encendió las alertas.

La actuación institucional: 
inmediata y responsable

“Frente a lo que nosotros presumimos que pueda ser una irregularidad, como corresponde inmediatamente lo ponemos en conocimiento de las autoridades competentes”, afirmó Gómez, subrayando el compromiso del INAU con la legalidad y la transparencia.

A partir de esa denuncia, la Fiscalía Departamental inició las actuaciones de rigor. Desde el INAU no se emitieron juicios públicos, pero se mantuvo una actitud de colaboración activa con el proceso judicial, reafirmando la necesidad de que el recién nacido —al igual que todos los niños y niñas del país— sea recibido en un entorno donde sus derechos estén garantizados desde el primer momento de vida.

Desnaturalizar lo que 
históricamente se ha 
ocultado

Uno de los aspectos más importantes destacados por Gómez tiene que ver con el cambio cultural que el país ha venido atravesando en las últimas décadas respecto a la niñez y la adolescencia. “Existen muchas cosas a nivel de la sociedad que están naturalizadas. Por suerte y gracias al trabajo del Estado y de muchas instituciones, venimos desnaturalizando un montón de cosas para salvaguardar la protección”, apuntó.

El director se refirió especialmente a los llamados “acuerdos de palabra” o “entregas informales”, prácticas que históricamente fueron toleradas en algunos sectores sociales pero que hoy se consideran atentatorias contra los derechos de la infancia. En este marco, insistió en que la única vía válida para que un niño o niña sea adoptado es a través de los procedimientos judiciales y administrativos establecidos por ley, bajo supervisión estatal.

Un trabajo técnico y 
multidisciplinario

Según explicó Gómez, la labor del INAU se basa en una lógica de proximidad, prevención e intervención temprana, con equipos técnicos que cuentan con respaldo teórico y acompañamiento continuo. “Todo el tiempo estamos trabajando con los equipos, revisando marcos teóricos que nos permitan realizar intervenciones oportunas y de calidad”, sostuvo.

Esa estrategia no se limita a los casos más graves, sino que se extiende al trabajo cotidiano con familias, niños, adolescentes y comunidades, promoviendo la construcción de vínculos saludables y el fortalecimiento de redes de contención.

El compromiso que no cesa

Aunque en este caso no se identificaron irregularidades internas dentro del INAU, la institución no deja de revisar sus propios procedimientos y de evaluar permanentemente la calidad de su intervención. “Evidentemente a veces podemos cometer algún error, pero siempre estamos intentando corregir y tender a la excelencia”, reconoció Gómez.

Asimismo, destacó el valor del trabajo en red, no solo con el sistema judicial y sanitario, sino también con la prensa, a la que agradeció por su rol en la difusión responsable de información que permita a la ciudadanía comprender la complejidad de estos temas.

+DATOS
El episodio, aunque doloroso, pone de manifiesto una institucionalidad que actúa con celeridad y sensibilidad, y que busca ante todo salvaguardar el interés superior del niño. En momentos en que la confianza pública se ve muchas veces puesta a prueba, el compromiso del INAU en Artigas marca un camino: el de la intervención temprana, la transparencia y el respeto irrestricto por los derechos humanos de la infancia.

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