Editorial | 21 de Setiembre: Día del Periodista del Interior

Cada 21 de setiembre la memoria nos convoca a reconocer, valorar y homenajear a quienes, con lápiz, micrófono o cámara, hacen posible que la sociedad pueda informarse. Son los periodistas, narradores de nuestra historia cotidiana, promotores de la pluralidad y defensores incansables de la libertad de expresión.

Pero hoy queremos detenernos especialmente en los periodistas del interior, esos hombres y mujeres que, muchas veces en soledad, con escasos recursos y enfrentando dificultades enormes, mantienen encendida la llama de la comunicación en cada rincón del país.

Ellos documentan lo diario: el cuadro del barrio, la actividad de la escuela, el reclamo vecinal, la alegría de una fiesta local o la denuncia incómoda que los poderosos preferirían silenciar. A primera vista puede parecer pequeño, pero son esos relatos los que sostienen la identidad de nuestras comunidades. Porque si ellos no lo cuentan, simplemente nadie lo sabrá: los “grandes” medios no llegan a esos detalles que hacen a la vida real de la gente.

No es fácil ser periodista en el interior. A la falta de acceso a la información se suma la censura, la autocensura, las limitaciones económicas y la necesidad de valentía para denunciar hechos y situaciones que otros prefieren ocultar. La tarea requiere un compromiso que trasciende la profesión: se trata de ejercer la libertad en su forma más pura, sin resignar la responsabilidad.

La libertad comienza cuando un individuo piensa sin límites; continúa cuando puede expresar ese pensamiento, y se consuma cuando alguien —el periodista— lo transmite a los demás. Esa es la cadena vital que sostiene a la democracia. Porque vivir en democracia no es solo votar: es poder expresarse, informarse y convivir en un marco de diversidad y respeto.

Hoy, desde este espacio, queremos rendir homenaje a todos nuestros colegas de la Organización de la Prensa del Interior (OPI), quienes con esfuerzo, entrega y pasión construyen día a día un país más informado y, por lo tanto, más libre. La información es poder, pero es un poder que pertenece a la sociedad. Y los periodistas del interior son los guardianes de ese derecho, los que con su trabajo nos recuerdan lo rica, distinta y multicolor que es nuestra vida en comunidad.

A ellos, nuestro reconocimiento, nuestra gratitud y nuestra admiración.