“Un golpe inesperado: La coalición siente el peso de la derrota en las urnas”

Política25/11/2024Luis A. de MenezesLuis A. de Menezes
DIARIO TABLET foto web
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El optimismo de los días previos a las elecciones se desvaneció rápidamente en el Partido Nacional tras el anuncio de los resultados. Álvaro Delgado, candidato presidencial de la coalición, activó su “protocolo derrota” apenas se consolidaron los datos que dieron la victoria al frenteamplista Yamandú Orsi, desatando un estado de duelo entre los dirigentes de blancos, colorados, cabildantes e independientes.

De la euforia a la resignación

La confianza reinante entre los integrantes del Partido Nacional, que esperaban una victoria clara, se transformó en consternación a las 20:30 horas del domingo. La derrota, descrita por un dirigente como un choque repentino, desmoronó el ánimo del comando de campaña reunido en la sede del partido.

Delgado, tras aceptar los resultados, se comunicó con el presidente Luis Lacalle Pou y con Orsi para felicitarlo por su triunfo. Con un semblante firme, pero visiblemente emocionado, agradeció a los militantes en un discurso que, aunque marcado por la derrota, buscó transmitir la fortaleza del partido: “Esto sigue”, remarcó.

Un cierre emotivo

La derrota no solo impactó políticamente; también dejó huellas personales. Durante su discurso, Delgado tuvo un momento especial al mencionar a su familia, lo que provocó lágrimas en sus hijas. Una de ellas, Pilar, le expresó entre sollozos: “Estamos orgullosos, papá. Diste todo y hasta un poco más”.

Fuentes cercanas al excandidato revelaron que la intensa campaña le había generado un agotamiento extremo, por lo que este desenlace, aunque amargo, también le permitió “sacarse un peso de encima”. Tras la derrota, Delgado se tomará unos días para descansar y analizar su futuro político junto a Lacalle Pou.

El análisis de la coalición

La derrota dejó a los dirigentes con más preguntas que respuestas. Aunque algunos prefirieron evitar juicios apresurados, otros señalaron factores como la elección de Valeria Ripoll como compañera de fórmula. 
Si bien no se le responsabilizó directamente, hubo quienes consideraron que su perfil no logró captar el apoyo necesario de sectores indecisos.

Sebastián da Silva, senador electo, expresó abiertamente su frustración y fue el primero en abandonar la sede, dejando claro que no quería ser “la cara de la derrota”. Otros, como Juan Martín Rodríguez, adoptaron un tono más conciliador, comprometiéndose a colaborar con el gobierno del Frente Amplio en proyectos beneficiosos para el país.

Un liderazgo a consolidar

Con este resultado, Lacalle Pou se reafirma como el principal líder del Partido Nacional, quedando en sus manos la tarea de definir el futuro del partido y su rol en el Senado. 
La coalición, por su parte, enfrenta el desafío de reconstruirse y analizar los errores que los llevaron a perder el gobierno.

A pesar del impacto de la derrota, la coalición dejó claro que buscará garantizar la gobernabilidad, marcando el inicio de una nueva etapa en la política nacional, donde los acuerdos y el diálogo serán claves para enfrentar los próximos desafíos.

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