El cierre de las operaciones de Yazaki en Uruguay ha generado preocupación en el ámbito laboral y político, dejando a más de 1.100 trabajadores sin empleo. La empresa japonesa, que contaba con plantas en Las Piedras (Canelones) y en Colonia, comunicó al gobierno que su decisión es definitiva y responde a los elevados costos de producción en el país, en comparación con otras naciones donde opera.
Un golpe al empleo industrial
El anuncio de Yazaki representa un fuerte impacto para el sector industrial uruguayo, especialmente en los departamentos donde la empresa tenía presencia. Durante años, la firma se dedicó a la producción de componentes eléctricos para la industria automotriz, empleando a cientos de operarios y operarias. Sin embargo, la compañía decidió cesar sus actividades, argumentando que los costos de producción en Uruguay son elevados y que existen mercados más atractivos económicamente.
Intervención del gobierno
Ante esta situación, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, mantuvo este viernes una reunión con representantes de Yazaki para abordar las consecuencias del cierre. Tras el encuentro, el jerarca admitió que la empresa ratificó su decisión y que “la situación es irreversible”.
No obstante, el gobierno propuso la instalación de una mesa de negociación con el objetivo de garantizar que las liquidaciones sean lo más favorables posible para los trabajadores afectados. “El retiro de las personas debe ser lo más beneficioso para ellas dentro de lo posible”, señaló Arizti.
Si bien Yazaki se comprometió a cumplir con el pago de las liquidaciones correspondientes, la preocupación principal radica en la reinserción laboral de los trabajadores despedidos, muchos de los cuales se desempeñaron en la empresa durante años y ahora deberán buscar nuevas oportunidades en un mercado laboral complejo.
Impacto económico y social
El cierre de Yazaki no solo afecta a los trabajadores y sus familias, sino que también tiene repercusiones económicas para las comunidades donde operaba la empresa. En Las Piedras y Colonia, la industria manufacturera es una fuente importante de empleo, y la pérdida de más de mil puestos de trabajo representa un duro golpe para la actividad económica local.
Además, este caso reaviva el debate sobre la competitividad de Uruguay como destino de inversión industrial. Con costos operativos considerados elevados por varias empresas extranjeras, la salida de Yazaki podría ser un llamado de atención sobre la necesidad de revisar incentivos para mantener y atraer inversiones en el sector productivo.
Próximos pasos
Por el momento, el Ministerio de Trabajo continuará las negociaciones con Yazaki para garantizar un proceso de despido ordenado y favorable para los trabajadores. Mientras tanto, los sindicatos y las autoridades locales analizan estrategias para ayudar a los afectados a encontrar nuevas oportunidades laborales.
El cierre de Yazaki se suma a otras dificultades que ha enfrentado la industria uruguaya en los últimos años, dejando interrogantes sobre el futuro del empleo en el sector manufacturero y la capacidad del país para retener inversiones extranjeras a largo plazo.
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