El DEA (desfibrilador externo automático): un aliado para salvar vidas

Salud06/11/2025 Dra. M.ª Fernanda Sánchez Ceballos. 

Cada año, miles de personas en el mundo sufren una muerte súbita, esto puede ocurrir en la calle, en una plaza, en el trabajo o incluso en la casa. En cuestión de segundos, el corazón deja de latir de forma efectiva y la persona se desploma. Es en ese momento donde, cada minuto cuenta: por cada minuto que pasa sin recibir ayuda, las probabilidades de sobrevivir disminuyen aproximadamente un 10 %. 
Frente a esta emergencia, el Desfibrilador Externo Automático (DEA) se ha convertido en una herramienta clave para salvar vidas. 

¿Qué es un DEA?


Es un dispositivo portátil, sencillo de usar, que puede analizar el ritmo cardíaco y, si es necesario, aplicar una descarga eléctrica que permita al corazón recuperar su ritmo normal. 
El DEA es un equipo que combina tecnología avanzada con un diseño pensado para que cualquier persona pueda utilizarlo, incluso sin formación en salud.
Una vez encendido, el aparato da instrucciones claras y en voz alta: indica dónde colocar los parches adhesivos y, si detecta un ritmo desfibrilable, recomienda aplicar una descarga eléctrica. El proceso está guiado por el dispositivo, lo que lo hace accesible y seguro: el DEA sólo administra la descarga si determina que es necesaria.

¿Cuándo y cómo se usa?
El DEA se utiliza ante un paro cardíaco, una situación en la que la persona no responde, no respira y no tiene pulso. 
El paso a paso básico es el siguiente:
1. Verificar que el lugar sea seguro y confirmar que la persona no responde y no respira o la respiración es dificultosa. 
2. Llamar al número de emergencias: 911
3. Iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP): compresiones fuertes y rápidas en el centro del pecho.
4. Encender el DEA en cuanto esté disponible y seguir sus indicaciones. 
Mientras una persona realiza compresiones, otra puede colocar el DEA y seguir sus instrucciones. La combinación de RCP + desfibrilación precoz es la estrategia más eficaz para revertir una muerte súbita.

Un dispositivo para todos… y también aquí en Uruguay


Durante mucho tiempo los desfibriladores estaban restringidos a hospitales y ambulancias, hoy se busca que estén disponibles en lugares públicos de alta concurrencia, como aeropuertos, centros comerciales, estadios, clubes deportivos, escuelas o dependencias municipales. 
En Uruguay funciona la App CERCA, una aplicación móvil que permite localizar los desfibriladores instalados, su disponibilidad horaria y dónde se encuentran. 
Además, el Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular (CHSCV) lleva un registro de los equipos instalados en el país. 
Por ley, la Ley N.º 18.360 establece que “los espacios públicos o privados donde exista afluencia de público (…) deberán contar como mínimo con un desfibrilador externo automático”. El decreto reglamentario Decreto N.º 330/009 detalla los casos específicos, como estadios, terminales de transporte, hospitales, etc.

Por ejemplo:


La secretaría nacional del deporte entregó 80 desfibriladores en plazas deportivas del país como parte del programa “Uruguay Cardioseguro”. 
Hay una disponibilidad creciente de DEA en Uruguay. 
Sin embargo — y esto es importante — no siempre es evidente dónde está el equipo más cercano. Por ello es clave saber usar la app y conocer los pasos de

RCP.


Importancia de la capacitación
Aunque el DEA es automático y fácil de usar, recibir formación básica en RCP y uso del desfibrilador aumenta la confianza y la rapidez para actuar. Los cursos suelen durar pocas horas y enseñan cómo reconocer una emergencia, llamar a los servicios de urgencia, realizar compresiones torácicas efectivas y utilizar el DEA paso a paso. Saber qué hacer puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Historias que inspiran


En todo el mundo, y también en Uruguay, existen testimonios de personas comunes —docentes, deportistas, trabajadores— que salvaron una vida gracias a un DEA. No son héroes profesionales, sino ciudadanos que decidieron actuar. Cada historia recuerda que la tecnología salva vidas, pero que la verdadera clave está en la acción rápida y solidaria de quienes están cerca.

Un compromiso de todos


Promover la instalación de desfibriladores y la enseñanza de maniobras de reanimación es una tarea comunitaria. Escuelas, empresas, clubes y organismos públicos pueden formar parte de una red de espacios cardioprotegidos. 
Cuantos más lugares dispongan de un DEA y más personas sepan cómo usarlo, más vidas podrán salvarse.

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