Escoliosis: síntomas, diagnóstico y abordaje en casos leves

Salud23/12/2025Redacción Diario LN.Redacción Diario LN.
columna

El dolor de espalda, cuello y zona lumbar puede ser una de las principales manifestaciones de la escoliosis, una desviación de la columna vertebral que, aunque en la mayoría de los casos es leve, requiere control médico, especialmente durante la infancia y la adolescencia.

Dolor y síntomas más frecuentes


El dolor asociado a la escoliosis suele manifestarse en la espalda, el cuello, los hombros y la región lumbar, y en algunos casos puede irradiarse hacia brazos o piernas. Los especialistas advierten que este dolor no siempre está directamente relacionado con el grado de curvatura de la columna, ya que desviaciones moderadas pueden generar contracturas persistentes y molestias significativas.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran la fatiga muscular y las limitaciones funcionales, derivadas del impacto que la escoliosis puede tener sobre la postura, el equilibrio e incluso la respiración, especialmente cuando la curvatura compromete la caja torácica.

Tipos de escoliosis y criterios de clasificación


Las desviaciones de la columna vertebral pueden clasificarse según distintos criterios. Por su ubicación, se distinguen tres tipos principales de escoliosis: dorsal, lumbar y dorsolumbar. También se clasifican según la magnitud de la curva, medida a través del ángulo de Cobb, en escoliosis leve, moderada, grave o severa.
Los expertos coinciden en que la mayoría de los casos diagnosticados son leves. Sin embargo, advierten que la afección puede agravarse a medida que el niño crece, por lo que el seguimiento médico resulta fundamental durante las etapas de desarrollo.

Controles médicos y seguimiento en la infancia


En los casos detectados en edad pediátrica, los médicos suelen realizar controles periódicos, generalmente dos veces al año. Estos controles incluyen un examen físico para evaluar si la curvatura progresa, así como estudios radiográficos que permiten medir con precisión la evolución de la desviación.
Cuando existe riesgo de progresión, especialmente en niños y adolescentes en etapa de crecimiento, pueden indicarse medidas ortopédicas para evitar el empeoramiento de la curva.

Tratamientos ortopédicos y quirúrgicos


El uso de aparatos ortopédicos es considerado el tratamiento más eficaz para curvas menores a 40 grados y constituye la opción de elección en pacientes en crecimiento con curvaturas de entre 20 y 40 grados. En este grupo, solo un pequeño porcentaje de pacientes con curvas menores a 20 grados presenta progresión significativa.
En situaciones más complejas, algunos pacientes pueden requerir cirugía para corregir la desviación. Los especialistas aclaran que los ejercicios y la rehabilitación no reducen la magnitud de la curva ni el riesgo de progresión, aunque sí pueden cumplir un rol complementario.

El rol de los ejercicios y la rehabilitación


Si bien los ejercicios no corrigen la curvatura, pueden ser útiles como tratamiento complementario para fortalecer la musculatura, mejorar la postura y aliviar el dolor. Por este motivo, los profesionales recomiendan incorporar actividad física supervisada en casos de escoliosis leve.
Los fisioterapeutas destacan que “moverse es una buena herramienta para controlar la escoliosis”, aunque subrayan la importancia de conocer qué movimientos y ejercicios son adecuados para realizar en el hogar, siempre bajo orientación profesional.

Señales de alerta y autoevaluación postural


Existen algunas señales visibles que pueden alertar sobre la presencia de escoliosis. Al inclinarse hacia adelante, puede observarse que un lado de la espalda sobresale más que el otro. También es frecuente notar asimetría en los hombros o diferencias en la altura de la cintura.
La columna vertebral realiza movimientos básicos como flexión, extensión, inclinaciones laterales y rotaciones. Al evaluar estos movimientos, es posible detectar limitaciones o mayor tensión en uno de los lados del cuerpo, lo que puede variar según la actividad diaria y las sobrecargas musculares.

Ejercicios simples para escoliosis leve


Entre los ejercicios recomendados para mejorar la postura y aliviar molestias en casos leves, se destacan aquellos orientados al equilibrio y la movilidad. Uno de ellos consiste en ponerse de pie, abrir los brazos y elevar lentamente una pierna hacia atrás, manteniendo el equilibrio durante 20 segundos. El ejercicio debe repetirse con ambas piernas, comparando la estabilidad de cada lado del cuerpo.
Otro ejercicio sugerido se realiza acostado boca arriba, con piernas estiradas y brazos apoyados en el suelo. Desde esa posición, se eleva un brazo y se estira por encima de la cabeza hasta que la parte externa de la muñeca toque el suelo. Este movimiento debe repetirse diez veces con cada brazo, prestando atención al rango de movimiento de cada lado.

Importancia de la supervisión profesional

Los especialistas insisten en que todos los pacientes deben ser evaluados previamente por un fisioterapeuta. A partir del diagnóstico, se elabora un plan de ejercicios terapéuticos adaptado a los objetivos individuales.
En el caso de la escoliosis leve, el principal objetivo es lograr un mayor control del cuerpo y desarrollar una mayor conciencia corporal, contribuyendo así a reducir el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.

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