En estas elecciones del 27 de octubre, el pueblo uruguayo optó por mantener la reforma vigente sobre la seguridad social, rechazando la propuesta de derogación impulsada por el PIT-CNT.
La central sindical había promovido la eliminación de ciertos aspectos de la normativa actual, argumentando que la reforma limitaba derechos laborales y sociales, pero la mayoría de los votantes decidió no apoyar esa iniciativa.
Este resultado implica que las disposiciones actuales seguirán en vigor, reafirmando la posición de quienes consideran que la reforma es necesaria para la situación del país. La derrota de la propuesta del PIT-CNT marca un punto clave en el debate sobre derechos laborales y sociales en Uruguay, reflejando una visión de la ciudadanía que prefiere mantener el marco normativo establecido.
El tema había generado intensas discusiones en el ámbito político y social, evidenciando las tensiones entre el enfoque de la central sindical y aquellos que defienden la reforma como un camino hacia la estabilidad económica y social.