
Bella Unión: promesas de alto vuelo, whisky y funcionarios municipales.
¿Y si brindamos por la dignidad perdida?
Del acto participaron el presidente Alejandro Paz, el director Daniel Larrosa, la gerenta general Laura Saldanha, el secretario general Andrés Tolosa y el vicepresidente saliente Diego Machín.
Álvarez es licenciado en Ciencia Política, egresado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Actualmente, cursa la Maestría en Ciencia Política, en la misma institución educativa.
A su vez, cuenta con estudios sobre geopolítica e integración regional.
En su actividad legislativa, fue diputado por Montevideo en el período 2005-2010 y senador suplente en el siguiente período.
Se desempeñó, además, como director general de Secretaría del Ministerio de Educación y Cultura (2010-2015), coordinador general de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (2015-2018) y coordinador de la Comisión Sectorial de Población y Desarrollo (2015-2020).
Entre 2020 y 2025, fue asesor legislativo, así como asesor e investigador en la organización Mujer y Salud en Uruguay.
La principal empresa para los desafíos del futuro del país
El flamante vicepresidente aseguró que asume “este desafío con orgullo, compromiso y responsabilidad”, integrándose al equipo que estará al frente de la empresa durante este período y con disposición a aprender.
Para Álvarez, significa “un honor aportar a nuestro país, con la mira en la pública felicidad, asumiendo la responsabilidad y confianza que me ha encomendado el presidente Yamandú Orsi”.
Subrayó que Antel “es la principal empresa para los desafíos del futuro del país” y, como empresa pública, “deberá reposicionarse en el mercado de las comunicaciones y fortalecer su participación en el mercado de servicios digitales”.
Además, buscará contribuir “al diseño e implementación de una estrategia de modernización y ser motor del desarrollo nacional, integrada al aparato productivo y participante de las mejores tradiciones en cuanto a su aporte social y comunitario”.
Puntualizó que “las telecomunicaciones, concebidas como un derecho humano, y el acceso a la información, como pilar de nuestra democracia, deberán ser garantía de nuestra soberanía en materia digital y nuestra integración a la región y al mundo”.
Remarcó que el objetivo es que sea “una empresa en que sus trabajadores y trabajadoras quieran y elijan permanecer, y que aquellos que por alguna razón se hayan ido y tengan ganas de volver, se sientan nuevamente atraídos”. Indicó que “todo esto se logrará con vocación de diálogo, articulación y apuntando a que tengan un mayor protagonismo estratégico”.
¿Y si brindamos por la dignidad perdida?