
“Van a tener que seguir viendo celulitis por muchos años más”: la reacción de Noelia Hernández ante los ataques a mujeres del Carnaval
Actualidad10/12/2025
Redacción Diario LN.
La reina de la Escuela de Samba de Barrio Rampla, Noelia Hernández, alzó la voz frente a los comentarios ofensivos hacia las mujeres que desfilan en Carnaval. Denunció la violencia que circula en redes sociales, defendió el derecho a disfrutar del cuerpo sin estigmas y llamó a una mayor empatía para que ninguna persona deje de hacer lo que ama por miedo al qué dirán.


Un tema que opacó la fiesta, pero que no se puede callar
El Carnaval, sinónimo de alegría y celebración, se vio atravesado en los últimos días por una discusión que expuso una realidad persistente: los ataques hacia los cuerpos de las mujeres que se animan a desfilar. Videos que circularon en redes sociales despertaron una ola de comentarios, muchos de ellos provenientes —paradójicamente— de otras mujeres.
En ese contexto, Noelia Hernández, Reina de la Escuela de Samba de Barrio Rampla, decidió hablar, no desde la victimización personal, sino desde la empatía con quienes sí fueron directamente señaladas.
“Yo nunca leí un mensaje contra mí, pero no necesito que me ataquen para defender a otras mujeres”, afirmó.
“No desfilamos por aprobación, lo hacemos por amor”
Hernández fue clara al señalar que la exposición pública no debería ser una excusa para la humillación. Reconoció, con honestidad, que no se considera una mujer completamente conforme con su cuerpo, pero que eso no le impide vivir lo que ama.
“Las cosas que odio de mi cuerpo, si las pongo en la balanza con el amor que tengo por desfilar en Carnaval, pesan mucho menos. Así que van a tener que seguir viendo celulitis por muchísimos años más”, expresó, marcando una posición firme frente a la cultura de la crítica.
La unión entre mujeres como respuesta a la violencia
Uno de los aspectos más destacados de su testimonio fue la reacción colectiva de las mujeres vinculadas al Carnaval. Más allá de las diferencias entre escuelas de samba, comenzaron a organizarse, a escribirse y a apoyarse entre sí.
“Entre todas empezamos a unirnos, a ver la forma de sacar esta maldad”, señaló Hernández, quien sostuvo que muchas de las personas que escriben mensajes ofensivos no tendrían el mismo coraje de decir esas palabras cara a cara.
Además, puso en cuestión la contradicción entre los discursos públicos de “amor”, “fe” y “felicidad” y la práctica real de humillar a otras personas desde el anonimato de una pantalla.
El daño silencioso de los comentarios
Más allá de su fortaleza personal, Hernández alertó sobre el impacto emocional que estos mensajes pueden tener en quienes no cuentan con una autoestima sólida.
Recordó que muchas de las críticas no afectan solo a las protagonistas del Carnaval, sino también a hijas, hijos y adolescentes que leen esos comentarios. En ese sentido, compartió una preocupación personal:
“Mi hija es adolescente, usa redes sociales. Que lea ciertos comentarios no debe ser nada agradable”.
También reveló que recibió numerosos mensajes de mujeres que confesaron haber abandonado el Carnaval —y otras actividades que amaban— por miedo a las críticas.
Y ahí aparece el dato más doloroso: personas que dejaron de bailar, de desfilar por culpa de la violencia digital.
Cuando el odio se esconde detrás de una pantalla
Hernández fue contundente al definir este fenómeno como “maldad pura”. Señaló que muchas de estas personas se esconden detrás de perfiles en redes sociales, y que el anonimato muchas veces habilita crueldades que, en la vida real, difícilmente se dirían en voz alta.
También reconoció que nadie está exento de errores, y que incluso en reuniones privadas a veces se cae en la crítica, pero remarcó una diferencia fundamental: la intención de no herir, de no destruir al otro.
Una reflexión que interpela a toda la sociedad
Sobre el cierre, Noelia Hernández dejó una reflexión que va más allá del Carnaval:
“La reflexión es que, lamentablemente, parece que no estamos aprendiendo nada. Después de la pandemia muchos decían que íbamos a cambiar, pero seguimos igual”, expresó.
Sin embargo, no todo fue desilusión. La reina de Barrio Rampla también dejó un mensaje de esperanza, confiando en que no todas las personas actúan igual y que aún es posible construir una sociedad más empática, en la que se pueda ser feliz con defectos y virtudes.
La voz de Noelia Hernández se suma así a un reclamo colectivo: que ninguna persona tenga que dejar de hacer lo que ama por culpa del odio en redes sociales.


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