La Dra. Cardozo, madre de Juan, un adolescente de 15 años que perdió la vida en un trágico accidente ocurrido el pasado 8 de noviembre en la Ruta 30, espera justicia para su hijo.  Cardozo expresó su dolor, indignación y determinación por asegurar que el responsable enfrente las consecuencias de sus actos.

El accidente: una vida truncada

Juan, descrito por su madre como un niño pleno y lleno de futuro, fue arrollado por un vehículo conducido por Marcelo Señorales, quien, según las pericias, circulaba a 121 km/h en una zona donde el límite era de 60 km/h. “Lo agarró de atrás, lo tiró y lo mató en el acto”, narró la madre con visible pesar.
Para Cardozo, este no fue un accidente, sino un acto negligente y consciente. “Si él salió con un auto a esa velocidad, salió con un arma. No fue a trabajar, fue a matar. Es un asesino”, afirmó categóricamente.

Cuestionamientos a la Fiscalía

La Dra. Cardozo no solo apunta al conductor, sino también al sistema judicial, especialmente a la fiscal Sabrina Mazaferro, a quien acusa de negligencia. Según relata, la Fiscalía tuvo conocimiento inmediato de las circunstancias del caso, pero no actuó con la celeridad necesaria. “Él confesó desde el primer momento que iba a más de 100 km/h, pero lo mandaron a su casa. Mientras tanto, yo dormí en una empresa funeraria con mi hijo muerto”, señaló con indignación.
La formalización del caso, que recién ocurrió semanas después, incrementó el sufrimiento de la familia. “Este duelo es insoportable, pero lo que lo hace aún más doloroso es tener que mendigar justicia”, declaró.

Un llamado a la sociedad

Cardozo hizo un llamado a la comunidad, advirtiendo que lo que le ocurrió a su hijo podría pasarle a cualquiera. “Hoy fue mi hijo, mañana puede ser el de ustedes”, dijo, instando a reflexionar sobre la importancia de respetar las normas de tránsito y de actuar con responsabilidad al volante.
Además, destacó que su hijo no estaba haciendo nada indebido. “Él estaba practicando ciclismo, un deporte, no molestaba a nadie. Pero este hombre decidió truncar su vida por su imprudencia”, lamentó.

Expectativas para la audiencia

Con la audiencia de mañana, la madre espera que el caso no sea tratado como un homicidio culposo, sino como un asesinato. “Él tenía el control del vehículo, sabía lo que hacía. Tiene que ser juzgado como lo que es, un asesino”, insistió.
Para Cardozo, la lucha por justicia no solo es por su hijo, sino también por evitar que tragedias similares se repitan. “Mi hijo tenía una vida por delante, y se la arrebataron. Hoy estoy aquí para exigir que se haga justicia. No por venganza, sino porque nadie más debería pasar por este sufrimiento”.

Un duelo interminable

En medio del dolor, Cardozo encuentra fuerzas en el recuerdo de su hijo. “Él me está enviando la fuerza. 
Lo hago por él”, dijo, con la voz quebrada pero firme. A pesar de su pérdida irreparable, su mensaje es claro: la justicia no solo debe ser servida, sino también prevenir que otras familias vivan una tragedia similar.
La audiencia de mañana será decisiva para determinar si la justicia de Artigas escucha el clamor de una madre que no descansará hasta ver una sentencia ejemplar.