
Nuestra razón de ser
Frente Amplio como afirmación unitaria, nacional, popular, pacífica y pacificadora
Opinión12/02/2025 Charles Carrera Leal
Cada aniversario del Frente Amplio es una ocasión para celebrar nuestra historia, reivindicar nuestro presente y proyectar nuestro futuro. Es el momento en que, como fuerza política, recordamos aquello que nos unió en 1971, las luchas que hemos dado desde entonces y los desafíos pendientes. Estas instancias sirven para reflexionar sobre lo que somos, cuál es nuestro origen y cuál es el destino nacional hacia el cual pretendemos ir.
Somos una afirmación unitaria
El frenteamplismo es unidad. Nacimos como la unidad política de las fuerzas nacionales y populares en base a un Programa Nacional de Desarrollo, a una doctrina de acción política y a una mística que nos unió en el combate contra la dictadura y para la unidad nacional de nuestro pueblo.
Esa afirmación unitaria se hizo sin desmedro de la diversidad. Porque, como dijo Seregni, el Frente Amplio fue «la homogeneidad dentro de la heterogeneidad». Homogeneidad programática, doctrinaria y mística en la heterogeneidad ideológica, partidaria, filosófica y religiosa. Así es que batllistas, nacionalistas, cristianos, marxistas, militares patriotas y un gran número de ciudadanos independientes llegaron un día a encontrarse bajo la bandera de Otorgués y conformar la «gran familia frenteamplista», al decir de Seregni.
Somos una afirmación nacional
Seregni describía al Frente Amplio como «una afirmación nacional al servicio del pueblo». Nacimos como un movimiento nacional en las horas aciagas del pachecato, envueltos en las banderas artiguistas y con el designio de defender a la patria, salvar nuestra identidad nacional agredida, rescatar las mejores tradiciones de la herencia nacional abandonadas y proyectarlas hacia el mejor futuro de libertad y bienestar de nuestro pueblo.
Desde su origen el Frente Amplio se perfiló como un movimiento cuyo aliento y vocación era la soberanía nacional: soberanía política, popular, económica, cultural,ocientífica y tecnológica, etc. Puesto que sólo con esa visión mutidimensional de la soberanía es que se podrá alcanzar la autodeterminación nacional de nuestro pueblo en su camino al desarrollo. Porque como decía Seregni, los frenteamplistas «somos y queremos ser orientales» y por ello nuestro destino debe ser genuinamente nacional, sin copiar ni calcar modelos ajenos, sino apoyándonos en nuestras mejores tradiciones nacionales.
Somos una afirmación popular
«El Frente Amplio nace del pueblo y se nutre con el pueblo», de un pueblo «que no ha perdido la fe en sí mismo ni el destino del país». Para ese pueblo, el Frente Amplio diseñó un programa basado en el trabajo productivo nacional y el bienestar social capaz de dar cobertura a las necesidades de las familias en materia de vivienda, salud y educación, evitando la emigración y generando mayores oportunidades para su desarrollo y felicidad. Y, para ese pueblo, levantó un programa institucional de defensa de los derechos, libertades y garantías individuales y sociales, así como la promoción de los deberes constitucionales del ciudadano.
Porque nuestro pueblo es democrático y justo, en la defensa de los intereses populares, el FA levantó las banderas de la democracia y la justicia social.
Somos una afirmación pacífica y pacificadora
El Frente Amplio nació como una fuerza «pacífica y pacificadora», su consigna en medio de la violencia creciente fue «paz para los cambios, cambios para la paz». Llamó desde sus tribunas a la concordia nacional y a evitar el derramamiento de sangre entre orientales en horas de extremismos. Ante la declaración de «estado de guerra interno» hizo un llamado de alto el fuego y solución negociada.
Tras la salvajada del terrorismo de Estado —que desfiguró la dignidad nacional implantando prácticas aberrantes y desconocidas en nuestra historia—, llamó nuevamente a la pacificación, a «cicatrizar heridas, cerrar brechas, eliminar odios y resentimientos», convocando a una amnistía amplia e irrestricta, que permitiera la liberación de los presos políticos y el retorno de los exiliados, defendiendo al mismo tiempo el derecho de las familias a la verdad y justicia con respecto a sus familiares que habían sido secuestrados, torturados, asesinados y desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Vamos hacia una patria grande, libre y justa
En base a estas cuatro afirmaciones cardinales, el Frente Amplio fijó su destino. Como dijo nuestro conductor Líber Seregni: «el Frente Amplio no es una simple suma de partidos y de grupos, es la nueva conciencia que levantará un nuevo Uruguay», es «un instrumento para que el Pueblo Oriental alcance su destino».
Por eso, para los frenteamplistas «nuestra misión es histórica y trascendente» , y esa misión consiste en edificar un proyecto nacional de desarrollo capaz construir una patria grande, libre y justa para todos los hijos de esta tierra.
En este nuevo aniversario, hay que tener más presente que nunca nuestra razón de ser.
Charles Carrera Leal
Dirigente político del MPP y Frente Amplio









