La verdad es esa en varios ámbitos de nuestro País, donde feudos se van creando, elección tras elección, lleva una confrontación por el poder, sin medir esfuerzos, los que hoy ufanamente ostentan es poder, les molesta que los destronados se quejen de lo mismo que ellos hacían mientras no reinaban.
Vemos como las injusticias se repiten una y otra vez, en muchos ámbitos del poder, muchos que se desloman cumpliendo con sus responsabilidades se ven ninguneados ante los figuretis de turno y el sequito de adulones del señor feudal.
Hace tiempo el estado uruguayo viene intentando y más que intentando prometiendo, una reforma del Estado, la que sea justa y contemple a todos por igual, sin distinciones, pero lamentablemente los dueños de cada feudo se interponen, porque esto dejaría a muchos figuretis y adulones fuera del acomodo.
Y esto es en todos los niveles, aunque burdamente quieran justificarlo o negarlo. Como en el Hospital Policial, como los Astesianos y cuadrilla, las nominaciones directas, o hasta algunos enroques que se hacen, premiando la ineptitud. Deja en cargo por un mal desempeño y pasan inmediatamente a asesorar, normalmente sobre lo que no supieron llevar adelante.
Todo este desbarajuste, hace que excelentes funcionarios se vean pisoteados por otros que con menos escalafón y que aún los manden, sin respetar lo que debería ser un correcto escalafón funcional, un grado uno comanda a un grado cuatro, por el solo hecho de pertenecer a los amigos del señor feudal.
La administración publica en nuestro País, sin dudas en todos los órdenes se ha transformado en un club de amigos, a la que le cabe bien la frase, “unos muchos y otros nada”.
Lo peor es que a través de campañas millonarias y promesas engañosas se reafirman estas prácticas, cada cinco años.
Estamos volviendo a la época de la colonización, con espejitos conquistan el feudo y luego la pelea desenfrenada es como mantenerlo, sin importar a quien se embroma. Lamentablemente el embromado es como desde aquellos años, los débiles y los humildes. Lamentable pero es la realidad.