La Mala Educación
“...lamentablemente, no todos los hogares están cumpliendo con este importante deber de manera efectiva. Es aquí donde surge la noción de “mala educación”...”
Opinión07/04/2024 Prof. Nelson BorgesDesde mi perspectiva, y como individuo que compone la sociedad actual, y siendo o trabajando de docente, me veo obligado a pensar sobre un tema que considero crucial (y muchas veces ausente) en la formación de las nuevas generaciones: la educación familiar.
Es allí por donde comienza todo...y donde termina.
Hoy, la responsabilidad educativa es, lamentablemente, y gratificantemente, un debate constante, y es, necesario, reconocer que no toda la carga recae exclusivamente en los maestros y profesores.
Esta vez, voy a quebrar una lanza por mis colegas, y más bien, lo vamos a examinar desde una perspectiva lateral, que debería ser la central. Y es el papel que desempeña la familia en el desarrollo integral de los niños y jóvenes.
La sociedad actual, y en esto nadie es ajeno, y nadie se salva, y menos yo, nos hace enfrentarnos a numerosos desafíos en cuanto a la educación de sus miembros más jóvenes, los que algunos todavía osan llamar la generación de cristal.
Pues, conviviendo con jóvenes estudiantes a diario, se los digo con propiedad, no lo son.
Ellos son los que lidian con una montaña de información diaria, con los avances tecnológicos, los cambios culturales y sociales, así como la creciente diversidad de modelos familiares, sí, son ellos, a los que llaman de “cristal”. Y por esto hago una oda a la educación familiar, pues ha adquirido una relevancia sin precedentes, es la base de todo. Los adultos referentes, que muchas veces no están…
Sin embargo, y es así, y es lamentable, pero no todos los hogares están cumpliendo con este importante deber, o no saben que lo tienen.
Es aquí donde surge la noción de “la mala educación”.
La “mala educación” no se limita únicamente a la falta de enseñanza académica, sino que abarca un espectro más amplio, de ausencias y deficiencias en la transmisión de valores.
La ausencia de límites claros, la falta de comunicación, el descuido emocional y la negligencia en la enseñanza de principios morales, ainda mais, son algunas de las formas que adopta este fenómeno.
“La mala educación” se manifiesta, cuando hay una incapacidad en los adultos, incluyéndome a mí, para ser modelos a seguir, en su renuencia a establecer normas y límites claros, y en su falta de participación en la vida educativa y emocional de sus hijos.
Yo soy papá, y necesitamos comprender, que los maestros y profesores no pueden, jamás, cargar solos con la responsabilidad de compensar las carencias que presentan nuestros estudiantes, por más que eso quisiéramos.
Está bien, su papel fundamental en la formación académica y personal de los estudiantes, peeeeero, su labor se ve limitada por diversos factores externos, entre ellos la calidad de la educación recibida en el hogar.
Entonces, hay que reconocer primero, que la educación es un esfuerzo en equipo, entre la familia y la escuela.
En última instancia, y para no aburrir, “la mala educación” es un problema que tenemos todos, si, todos, como sociedad.
Solamente con un compromiso colectivo y una acción en equipo, podemos garantizar que las generaciones futuras reciban la educación integral que merecen.
Nelson