El delantero brasileño Neymar, quien cumplirá 33 años el próximo 5 de febrero, rescindió su contrato con Al Hilal. Así lo anunció en sus redes sociales el club saudí que lo fichó en agosto de 2023 pagando 90 millones de euros al Paris Saint-Germain.
La rescisión se produce en momentos en los que la prensa brasileña afirma que el futbolista está cerca de cerrar un acuerdo para vestir la camiseta del Santos, club en el que se formó antes de dar el salto a Europa.
Al Hilal afirmó que ambas partes decidieron rescindir de mutuo acuerdo el contrato que los ligaba hasta mediados de año y agradeció a Neymar con un mensaje en portugués que dice “gracias y buena suerte”.
El peor negocio
Por indemnización, el club le pagó 62 millones de euros al atacante que cobraba 100 por temporada, dado que el entrenador portugués Jorge Jesús no cuenta con él para la Pro League saudí. Así, se cerró uno de los peores negocios de la historia del fútbol, con un desembolso de más de 250 millones de euros entre pase y salario y apenas un gol en siete partidos jugados.
Neymar lleva más de un año prácticamente sin jugar. El 17 de octubre de 2023, cuando la selección brasileña cayó 2-0 en su visita a Uruguay, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco de la rodilla izquierda, por lo que estuvo un año de baja por lesión.
Reapareció el 21 de octubre de 2024 en un encuentro de la Liga de Campeones asiática. Sin embargo, pocos días después, tuvo una lesión muscular que lo obligó a parar de nuevo. El 4 de noviembre volvió a estar a la orden, pero entró a los 58’ y salió a los 87’ ante Esteghlal de Irán.
Desde hace semanas, la prensa deportiva especulaba sobre el futuro del exjugador del París Saint-Germain (PSG) y del Barcelona, hasta que la semana pasada la prensa brasileña revelara que Neymar había llegado a un acuerdo para regresar al Santos, el equipo de su infancia.
Una carrera de más a menos
En el Santos, entre 2009 y 2013 jugó 225 partidos, marcó 135 goles y levantó varios títulos importantes, entre ellos una Copa Libertadores y una Copa de Brasil. Después dio el salto a Europa de la mano del Barcelona. Allí siguió creciendo a la sombra de Messi y sumó más títulos a su palmarés: la Champions League, dos Liga de España y tres Copas del Rey, entre otros.
Y en 2017, cuando nadie se lo esperaba, dio un giro radical a su carrera y firmó con el PSG, que desembolsó 222 millones de euros para incorporarle a su proyecto galáctico. En 2020, volvió a pisar una final de Champions, pero claudicó ante el poderío del Bayern Múnich.
A partir de ahí, hilvanó una serie de lesiones graves y escándalos extradeportivos que le relegaron a la segunda línea de la élite futbolística mundial, por lo que nunca confirmó su condición de candidato a ganar, algún día, un Balón de Oro.
En 2023, sin opciones ante la llegada al banquillo del PSG del técnico español Luis Enrique, hizo las maletas y se unió al proyecto millonario de Arabia Saudí, donde su figura se siguió devaluando. Ahora, en el recién ascendido Santos, espera recuperar el brillo perdido con la mira puesta en el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México de 2026.