Alzheimer en Uruguay: una enfermedad en aumento que ya afecta a 50.000 personas

Salud15/10/2025Silvia MiñoSilvia Miño
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En Uruguay viven hoy alrededor de 50.000 personas con enfermedad de Alzheimer, una cifra que promete crecer 
fuertemente en las próximas décadas a medida que la población envejece. El país cuenta desde 2023 con un Plan 
Nacional de Demencias, pero familias, cuidadores y profesionales señalan que la realidad cotidiana —la atención 
domiciliaria, la capacitación de personal y la contención social— sigue tensionando al sistema de salud y a 
comunidades enteras. Este informe reúne datos, contexto sanitario, voces de cuidado, y recomendaciones 
prácticas para enfrentar la epidemia silenciosa que supone la demencia.

El Alzheimer, una de las enfermedades neurodegenerativas más frecuentes en el mundo, tiene en Uruguay un escenario cada vez más desafiante. 
Según estimaciones de especialistas y organizaciones vinculadas a la salud mental y el envejecimiento, hoy son alrededor de 50.000 las personas que padecen esta dolencia, cifra que podría más que duplicarse en los próximos 25 años: para 2050 se proyecta que alcanzará las 112.000.
Un país que envejece rápido

Uruguay es, junto con Cuba, el país más envejecido de América Latina: más del 20% de su población supera los 60 años. Este factor demográfico es clave para entender por qué las enfermedades asociadas a la vejez, como el Alzheimer, avanzan con tanta fuerza.

“Cada vez vivimos más, y eso es un logro de la medicina y de las políticas sociales, pero también nos enfrenta a nuevos desafíos en la atención de enfermedades crónicas y neurodegenerativas”, señaló a La Noticia la geriatra Beatriz Delgado.

Impacto familiar y social

El Alzheimer no afecta solo al paciente. Se trata de una enfermedad que modifica el entramado familiar, ya que la mayoría de los cuidados recaen en los allegados directos. Esto supone costos emocionales y económicos, así como la necesidad de reorganizar rutinas de vida.

En Uruguay existen asociaciones de familiares y cuidadores que buscan apoyo mutuo y que reclaman mayor acompañamiento estatal. 

“No se trata únicamente de medicamentos o de atención médica. Necesitamos espacios de respiro, centros de día y formación para poder cuidar sin descuidarnos”, expresó María José González, integrante de la Asociación Uruguaya de Alzheimer y Similares (AUDAS).

El desafío de la salud pública

Los especialistas insisten en que el país debe prepararse para un escenario donde los casos aumentarán de manera sostenida

Esto implica invertir en diagnóstico temprano, formación de recursos humanos especializados, campañas de concientización y políticas de apoyo tanto para pacientes como para cuidadores.

“El Alzheimer no tiene cura, pero sí hay estrategias para enlentecer su avance y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Eso requiere detección precoz y un sistema de salud más sensible a estas problemáticas”, subrayó Delgado.

Una agenda pendiente

Si bien Uruguay cuenta con algunos programas de atención a la demencia, las organizaciones coinciden en que aún es insuficiente frente al crecimiento proyectado. De aquí a 2050, el país deberá dar respuesta a 112.000 uruguayos con Alzheimer, cifra que obliga a pensar en políticas de largo plazo y en una mirada integral sobre el envejecimiento.

Mientras tanto, familias enteras conviven día a día con la enfermedad, luchando contra el olvido y sosteniendo con esfuerzo la memoria de quienes ya no pueden recordarla.

Problemas urgentes y recomendaciones concretas

Problemas detectados
 
1. Brecha formativa en cuidadores y personal de residencias.  
 
2. Desigualdad geográfica en diagnóstico y servicios especializados.  
 
3. Necesidad de programas de apoyo económico y protección social para cuidadores.  

Recomendaciones prácticas y políticas
 
• Escalar la formación: crear un programa nacional de certificación para cuidadores y trabajadores de residencias (cursos prácticos, mínimos 80–120 horas).  
 • Redes regionales de diagnóstico: unidades de memoria satélites con telemedicina hacia centros de referencia en Montevideo.
 
• Programa de apoyo al cuidador: subsidios parciales, jornadas de respiro (respite care) y soporte psicológico gratuito.
 
• Campañas de prevención: priorizar control de HTA, abandono de tabaco, actividad física y acceso a audífonos. (Basado en evidencia de factores de riesgo modificables).  
 
• Monitoreo y evaluación: el Plan Nacional debe publicar indicadores anuales —prevalencia, tiempo hasta diagnóstico, cobertura de paliativos y formación— para evaluar impacto.

⸻Recursos y dónde informarse (en Uruguay)

 • Ministerio de Salud Pública (MSP) — programas Salud Cerebral y Adulto Mayor; campañas y materiales informativos.  
 
• Asociación Uruguaya de Alzheimer — apoyo a familias, talleres y orientación práctica.  
 
• Servicios locales de salud: centros de atención primaria y unidades de salud mental en hospitales públicos (consultar directorio del MSP).

Cuidar al cuidador

Uno de los mayores olvidados en la ecuación del Alzheimer es el cuidador familiar.
 • El tiempo de cuidado puede superar las 40 horas semanales, equivalente a un empleo a tiempo completo.
 • Muchos dejan sus trabajos, con pérdida de ingresos y jubilación.
 • Los niveles de depresión y ansiedad en cuidadores duplican la media de la población.

En países europeos, los planes nacionales incluyen programas de “respiro”: estancias temporales en centros de día, subsidios económicos y grupos de apoyo psicológico. En Uruguay, esos recursos aún son marginales.

¿Qué se necesita ya?

 1. Un programa nacional de formación de cuidadores, con certificación y cursos accesibles en todo el país.
 2. Expansión de unidades de memoria y diagnóstico mediante telemedicina para departamentos del interior.
 3. Apoyo económico a familias: subsidios para cuidados domiciliarios, cobertura total de insumos básicos.
 4. Campañas de prevención a escala nacional: hipertensión, tabaquismo, actividad física y vida social activa.
 5. Indicadores públicos: el Plan Nacional debe rendir cuentas anuales sobre cobertura, formación y diagnósticos.

Epílogo: la epidemia
silenciosa

El Alzheimer no estalla en titulares como un brote epidémico ni genera la urgencia de una catástrofe natural. Pero su impacto es igual de devastador: hogares reconfigurados, miles de horas de cuidado invisibles, un sistema de salud exigido y una población que envejece rápidamente.

Uruguay tiene la oportunidad de convertirse en referencia regional si logra implementar lo que ya está escrito en su Plan Nacional. El desafío es pasar del papel a la acción: invertir en prevención, apoyar a los cuidadores y mirar al Alzheimer no sólo como un problema médico, sino como una prioridad social.

Fuentes claves consultadas:


 • Ministerio de Salud Pública — comunicados y cifras sobre Día Mundial del Alzheimer (MSP Uruguay).  
 • Plan Nacional de Demencias / comunicación MSP y participación de Alzheimer International (2022–2023).  
 • World Alzheimer Report 2023/2024 and Alzheimer’s Disease facts & figures (Alzheimer’s Association / Alzheimer International).  
 • Inter-American Development Bank / estudios regionales sobre cuidadores y condiciones laborales en residencias (2024).  
 • Revisión periodística sobre factores prevenibles (Lancet summary / The Guardian.

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