Mirando atrás, y en estas épocas navideñas, que me mueven y me encantan desde lo profundo.
Mientras tomo café, de repente me encuentro a mi mismo reflexionando sobre el viaje que me llevó a obtener mi título y recuperar mi vida, que era gris, casi negra, sin mucho brillo.
Hoy es personal querido lector, pero de repente te sientes identificado.
Las mujeres más extraordinarias emergen siempre, incluso sin querer, como pilares fundamentales en la vida de un hombre, o proyecto de hombre.
Mi madre, siempre fue incansable y solidaria, dejando de gastar nada en ella, para que haciendo malabares, pudiera obtener un título, y con eso un trabajo. El trabajo que hoy es mi sueño en vida.
Ella fue, y a veces lo sigue siendo, mi guía en la travesía académica (que fue casi un viaje de ida y vuelta a Mordor, pero sin anillo, y con toneladas de fotocopias) brindándome apoyo y aliento cuando parecía imposible, y cuando yo mismo no aceptaba que me ayudarán.
¿No es increíble cómo la mamá puede ser un faro en medio de la oscuridad del mar?
Pero esto no termina aquí, tanta es mi fortuna en mi trayecto de vida...
Mi esposa, si la que está casada conmigo, con su fuerza y amor incondicional, me ayudó a recuperar lo más preciado: mi vida, llenándola de colores.
Cómo dice Bon Jovi, es de cualquier color, menos gris.
¿Quién hubiera pensado que el poder de una relación de amistad, compañerismo, equipo y apoyo podía despertar en mí una nueva a otra persona? Una que llevaba años dormida
¿No es sorprendente cómo una compañera puede ser la chispa que enciende el fuego de la renovación personal?
En estos momentos, sólo agradezco a estas dos mujeres notables.
Sus contribuciones no solo se se ven en cualquier éxito académico que pudiera tener, sino en mi renacimiento personal.
La importancia de las mujeres en la vida y desarrollo de un hombre, o un buen hombre, o alguien que intenta todos los días serlo, es innegable.
¿No es cierto que su influencia va más allá de lo que se puede expresar con palabras?
Así que, a todas las mujeres que dejan huella en nuestras vidas, salu.
¿No es la navidad el momento perfecto para expresar nuestro agradecimiento y reconocimiento?
Gracias nomás, muchas.
Nelson
Según un posteo en Facebook de Gustavo Carvalho.